Hotel Lily ★★

La ubicación del hotel

La limpieza y la rata que encontramos en la habitación

La ubicación

Es un hotel muy antiguo y muy mal cuidado. Todo está muy sucio, nos llevábamos un papel para abrir las puertas para no tocarlas con las manos porque estaban sucias. El suelo de la habitación estaba muy sucio no limpiaron en los 3 días que estuve. Solo iban a la habitación por la mañana a dejar toallas y no hacían nada más. Las ventanas no se pueden cerrar y ponen la calefacción a tope por lo que si tienes calor no la puedes apagar. Es muy ruidosa la calle y se escucha todo de las habitaciones de al lado. Nos tuvimos que duchar con chanclas porque estaba fatal el baño y el agua salía o muy fría o muy caliente. Además, cada vez que entrábamos al hotel siembre había alguien tumbado en el sofá que hay (que está sucísimo). No os recomiendo este hotel para nada.

Resolvieron los problemas con rapidez

Que había ratas

La ubicación.

El primer día, al llegar por la noche había un ratón encima de nuestras maletas... Quizás habría alguno más... Es cierto, que con la misma nos cambiaron de habitación, pero ya la paranoia estaba creada. Ya estaba pago y no podíamos valorar otra opción.

buena localización

muy pequeño, de las peores habitaciones que he estado

Recepción 24h

Habitación y baño poco limpios. Falta de mantenimiento.

buena ubicación ya que el metro esta cerca

Hay mucho ruido por el trafico. La calefacción estaba a tope y no habia manera de bajarla. Nos saltó 3 veces la alarma de incendio sin hacer nada. Por los pasillos olia mal La limpieza podria haber estado mejor

La ubicación y la cercanía al metro.

La habitación tenía el calefactor roto, una de las noches dormi con el chaquetón puesto. El baño estaba sucio y con pelos en la bañera.

Ubicacion

Nada de limpieza. Baño muy antiguo y paredes desconchadas

Lo que más nos gusto la calefacció.

Las ventanas no son insonorizadas y todo lo de la calle se escucha como si estuvieran al lado, y eso que nos quedamos en la tercera planta. Además de escucharse todo lo de las habitaciones de al lado. El personal muy antipático pero en líneas generales en todo establecimiento londinense. Y nos sonó la alarma anti-incendios temprano en la mañana nos levanto del susto.

Nada, no se lo recomiendo a nadie.

NO NOS GUSTÓ NADA. Un hotel que nosé como sigue abierto, una ruina con ventanas rotas sin cierre, falta de limpieza, ni toallas, personal nada atento y en 4 días ni nos hicieron las camas, ni limpiaron la habitación, horroroso, y para colmo con veneno para ratones en todas las habitaciones, pues fuimos con familiares. No se os ocurra reservar allí, debería estar clausurado

La ubicación y la comodidad de la cama.

La limpieza,estaba muy sucio y se notaba que no habían limpiado la habitación de los anteriores huéspedes,nos encontramos un vestido y unas bragas. El aseo también estaba muy sucio, la ducha no se veía higiénica. El suelo de la habitación tenía muchísimo polvo y pelusilla. Y la habitación era súper estrecha, para dos personas era agobiante. La ventana estaba rota, quebrada por completo y no se podía cerrar y había muchísimo ruido en la calle, por lo que dificultaba el descanso.

Bien ubicado

Mal conservado, necesita una remodelacion importante, el estado del baño es claramente mejorable

que no se realice limpieza en las habitaciones

La localizacion

El aspecto de deterioro y abandono en las areas comunes.

Lo único que encontramos positivo fue la ubicación, cerca del metro.

Habitación muy pequeña para dos personas y sin aire acondicionado. Fueron días calurosos que encima hubo que cerrar las ventanas para poder dormir debido al ruido de coches y personas y aún así, no conseguimos dormir en condiciones. No era cama doble, eran dos camas individuales que hubo que juntarlas. El cuarto de baño aún más pequeño todavía. El inodoro tenía la cisterna sin tirar cuando llegamos. Hubo que comprar gel de ducha y champú.

Buena laa ubicación. Muy cerca del metro. Tenía jarra electrica y sobres de café, té azucar y leche

Malas las camas que eran de resortes y se los notaban los alambres al acostarse .El baño muy chico .La habitación estaba sucia cuando llegamos y tampoco la limpiaron durante los cuatro días que estuvimos. Solo hicieron las camas muy desprolijamente.

El trato del personal del hotel. Hacen el check in y check out realmente rápido. Además, olvidamos en España el adaptador de enchufe y nos prestaron uno de manera completamente gratuita.

Únicamente hay un enchufe en toda la habitación. Solamente ponen dos toallas, una por persona. Ni siquiera una pequeña de uso diario o una para salir de la ducha. La habitación es bastante pequeña y las camas se hunden.

El personal fue muy amable en todo momento. La chica de la limpieza siempre atenta por si necesitábamos toallas o algo. Así que muy bien por ese lado. Mi habitación, que no daba a la calle, era muy tranquila. No había ruidos por las noches. Ventanas con climalit grueso. El colchón era blandito, pero me gustó, pude dormir bien. Bien situado, no en el centro, pero cerca de metro que te llevaba donde quisieras. Poca gente (no es de extrañar).

Se podría resumir con este titular: Hotel abandonado. Comentaré aquí lo que creo más importante. Instalaciones: El hotel no ha visto una reforma en toda su existencia, que será allá por los años 70. La moqueta de los pasillos da miedo verla. El suelo de las habitaciones no estaba mal, pero debieron poner la primera tarima flotante que salió al mercado y las zapatillas se pegan (luego no está pegajoso al tacto, el suelo está limpio en sí). Al baño le faltaban azulejos, se podía ver el interior de cemento muy didáctico para algún albañil en prácticas. La tela de la cortina interior estaba cortada a bocados en los laterales, unas tijeras y coser el dobladillo era de hotel de más estrellas. Pudimos comprobar que el hotel tiene una alarma antincendios bastante efectiva, se escucha en toda la manzana, sobre todo cuando saltó accidentalmente la primera noche a las 1:30 de la madrugada, en mitad del sueño, una alarma encima de tu cabeza a todo volumen. Pues estábamos taquicárdicos perdidos. Limpieza: A ver, en los 4 días que estuve solo vi a una chica muy amable, que creo que hacía bien su trabajo. El problema es que para mí ese hotel necesita una brigada de limpieza a jornada intensiva. No era normal los depósitos de polvo de las tuberías de los radiadores, de los interruptores de la luz... en fin, las zonas que nunca se acuerda uno de limpiar. Confort: La almohada está para cambiarla, tiene bultos por todos lados, incómodos para dormir. Nosotros pagamos 360 euros por tres noches, un auténtico atraco para como estaba el hotel. La habitación era minúscula, pero no voy a criticarla porque entiendo que la dimensión entra dentro de la categoría de 2 estrellas. En resumen, creo que los dueños del hotel lo tienen completamente abandonado, no hacen una inversión desde que se construyó (la única creo que sería las puertas con llave magnética). Si tuviese otro precio no hubiese sido tan explícito (podría haberlo sido más con fotos, pero ya han subido suficientes).

Tamaño de la habitación. Ubicación aceptable.

Falta de limpieza. Camas sin cambiar y colchones desgastadísimos